Las corrientes oceánicas son producidas por el viento y por diferencias de densidad, que se deben a diferencias de salinidad y temperatura.
La salinidad media del mar es de 3,5%.
La máxima salinidad se da en el Mar Muerto (30%), pues se trata de una cuenca cerrada bajo el nivel del mar bajo un clima árido.
Mar Mediterráneo: 3,9%
Mar Báltico: 0,7%. La salinidad del Báltico es muy baja comparada con la de otros mares u océanos; se puede considerar intermedia entre el agua dulce y la salada. Este hecho se explica por su alta latitud (experimenta poca evaporación), combinada con una gran aportación de agua dulce por parte de muchos ríos que, debido a la ya mencionada estrechez de su comunicación con el océano, es muy difícil de evacuar y renovar con agua salada. Esta baja salinidad tiene unas fuertes implicaciones biológicas, con muchas especies diferentes de sus homólogas en otros mares.
Las aguas oceánicas están diferenciadas térmicamente, con una masa de agua de temperatura variable, según la laltitud y una masa de agua fría, más densa, profunda, a unos 4, separadas por un gradiente térmico llamado termoclina:
En el Ártico:
No hay comentarios:
Publicar un comentario