En las capitales de provincia castellanas ronda los 60 cts/m3. La media en España (2011) es de 1,72 euros/m3. En este precio suele estar incluida la depuración. Según la DMA (Directiva Marco del Agua del Parlamento y Consejo Europeos, año 2000), al aplicar el principio de la recuperación total de costes (art. 9), los precios del agua en España (fuertemente subvencionados, como se demuestra en la gráfica anterior al comparar el precio en la lluviosa Glasgow con el de la seca Las Palmas) deberían duplicarse o triplicarse:
"Recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua
1. Los Estados miembros tendrán en cuenta el principio de la recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua, incluidos los costes medioambientales y los relativos a los recursos, a la vista del análisis económico efectuado con arreglo al anexo III, y en particular de conformidad con el principio de que quien contamina paga.
Los Estados miembros garantizarán, a más tardar en 2010:
- que la política de precios del agua proporcione incentivos adecuados para que los usuarios utilicen de forma eficiente los recursos hídricos y, por tanto, contribuyan a los objetivos medioambientales de la presente Directiva,
- una contribución adecuada de los diversos usos del agua, desglosados, al menos, en industria, hogares y agricultura, a la recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua, basada en el análisis económico efectuado con arreglo al anexo III y teniendo en cuenta el principio de que quien contamina paga.
Al hacerlo, los Estados miembros podrán tener en cuenta los efectos sociales, medioambientales y económicos de la recuperación y las condiciones geográficas y climáticas de la región o regiones afectadas." Fuente: DMA (completa)
Facua considera que el concepto de ahorro o despilfarro no puede desvincularse del número de residentes de la vivienda. Por ello, la asociación cree que debe avanzarse en la facturación por habitante así como en la aplicación de tarifas progresivas donde se penalicen los consumos excesivos. En la actualidad, solo dos de las ciudades analizadas —Málaga y Sevilla— disponen de tarifas vinculadas al número de personas que residen en la vivienda. Por otro lado, hay algunas ciudades que a partir de cuatro miembros o más en el núcleo familiar aplica tarifas distintas, como A Coruña y Barcelona.
En otros 17 municipios se tiene en cuenta si los titulares del suministro en las viviendas donde residen más de tres personas conforman una familia o vivienda numerosa con el fin de aplicarles tarifas más reducidas. La asociación señala que, en algunos casos, estos precios más bajos se aplican a todas las familias numerosas, mientras que en otros están vinculados a renta o al desempleo. Facua reivindica que se incluyan tarifas de carácter social que tengan en consideración colectivos desfavorecidos y que se integren medidas para evitar la privación de un suministro esencial y básico a aquellas familias que les resulte imposible hacer frente a su pago.
Una quinta parte del volumen de agua extraído de los acuíferos en España se dedica al uso urbano. En los pueblos con menos de 20.000 habitantes el 70% del agua utilizada es de origen subterráneo. En las ciudades mayores de 20.000 habitantes, un 22%. Más del 70% de los núcleos urbanos españoles se abastecen exclusivamente de aguas subterráneas.Del uso urbano, un 70% es uso doméstico, un 20% es gastado por hoteles y pequeñas industrias o servicios, y un 10% en jardinería y limpieza de calles. En las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, el gasto de agua se ha estabilizado en la última década (p.ej. en Madrid en unos 300 L/hab/día). Lo que realmente consume cada ciudadano es sensiblemente inferior, pues un 25% se pierde en las redes de distribución, de modo que quedarían 225, de los cuales un 30% no se gasta en las viviendas, de modo que, en una ciudad como Barcelona, el uso doméstico es de 125 L/hab/día (la media española se sitúa en 144). En las 15 ciudades más pobladas de España, el gasto familiar en agua es de 80 euros/año, que supone un 0,71% de los gastos de la economía familiar, frente a los 300 euros que gasta en electricidad o los 335 en telefonía. Este gasto relativamente bajo en agua no promueve la moderación en su consumo. Por ello, Fermín Villarroya, del departamento de Geodinámica de la Complutense, et al. proponen, en la revista Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, de la AEPCT, un aumento en el precio del agua, tanto para recuperar los costes por el servicio prestado, como preconiza la DMA, como para un ahorro efectivo.
DEBATE (ideas obtenidas del artículo referido de la revista de la AEPCT): ¿es cara o barata el agua en España?
1. ¿Pagamos el coste real del agua que consumimos?
2. ¿Es mayor o menor nuestro consumo que la media española o la europea?
3. ¿Debe subir o bajar el precio del agua? ¿Qué consecuencias se derivarían de las dos posibilidades?
4. ¿Qué actividades domésticas suponen mayor consumo de agua? ¿En cuáles podemos reducir su consumo?
a) Argumentar la contestación a la pregunta del debate.
b) Calcular el recibo mensual medio del agua en la casa de cada alumno (dividir por el número de ocupantes de la vivienda). Compararlos con los recibos de electricidad, gas y teléfono (fijo, móviles, TV por cable). Hacer una media en la clase.
c) Analizar un recibo del agua. ¿Por qué conceptos se paga?
d) ¿Existe alguna relación entre el precio del agua y su abundancia en las diferentes regiones españolas?
e) Debatir: ¿Es justo que personas en diferentes lugares de España paguen más que otras por el mismo recurso?
f) Buscar información: ¿qué procesos son necesarios para que el agua llegue a los usuarios y después sea devuelta a la naturaleza en las mismas condiciones que se extrajo de ella?
Consultar: ABC: un recibo del agua único en toda España
Blogs de iagua
AEAS: El agua nuestra de cada día (datos del precio del agua)
iagua: qué precio pagan los usuarios del servicio del ciclo integral del agua en España
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